Lima, 24 de diciembre 2016
Querido Papá Noel,
Quizás ya pueda estar un poco vieja para creer en ti y escribirte un carta, pero igual sentí la necesidad de hacerlo (creo que mi niña interior sumado al espíritu navideño que me invade en estas fechas me obligaron). Y quizás sea un poco tarde escribirte, el mismo 24 de diciembre, cuando debes estar repartiendo regalos por los países en los que ya pasó la medianoche, pero mi lista no requiere nada de tu taller ni esfuerzo extra de tus duendes.
Este año ha sido interesante, ha tenidos sus altibajos, pero ahí vamos, para adelante. Siento que he madurado en varios aspectos y esto se ve reflejado en cómo me relaciono con los demás y cómo enfrento diversas situaciones. A veces, hasta yo misma me sorprendo de cómo reacciono frente a los problemas y dificultades. Pero no es que lo sepa todo, siempre se aprende algo nuevo y a veces por más maduros que nos sintamos, actuamos hasta las patas llevados por la cólera, la emoción u otras emociones que te pueden llegar a nublar la razón. ¿Qué puedo hacer? Soy humana.
Para no aburrirte tanto con mis reflexiones introspectivas de fin de año, iré de frente al grano. Sé que eres un hombre súper ocupado, por lo que seré lo más específica posible. Si en algunos casos sueno muy idealista, agradeceré puedas aterrizarme, con toda la confianza del mundo, ya que me conoces desde hace 25 años:
- Que podamos llegar a cumplir con los indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030, y que cada año podamos ir mejorando más y más. Que se luche por erradicar la pobreza, el hambre mundial y que todas las personas tengan acceso a agua limpia y saneamiento en el corto plazo y a una atención de salud de calidad.
- Que nos preocupemos un poco más por el prójimo, entendiéndose como prójimo a todas las personas, sin importar su raza, género, opción sexual, religión, estatus socioeconómico, ni ningún otro patrón que usa la sociedad para segmentarnos y estigmatizarnos. Que se acabe con el racismo, sexismo, machismo, misoginia, y cualquier otra ideología que atenta contra la integración y fomenta la superioridad de algún grupo social sobre otros. Asimismo, que se reduzcan las desigualdades y brechas sociales.
- Que se acaben todas las guerras, la violencia y el terrorismo, ya que lo único que generan son sufrimiento, muertes, odio. Usar la religión como excusa para hacer daño no es para nada aceptable y sólo es una excusa cobarde. Y que se fomente la paz y la justicia.
- Que se logre la igualdad de género. Que hombres y mujeres podamos recibir las mismas oportunidades y recibir un reconocimiento justo en base a nuestras capacidades y logros, y no en base a nuestro género. Que se acabe la violencia contra la mujer, y que decir #NiUnaMenos no sea el pan de cada día.
- Que las personas nos preocupemos más por el medioambiente. Que entendamos que tenemos un sólo planeta y que si no nos preocupamos en cómo utilizamos nuestros recursos en el presente, sólo va a hacer que todo el ecosistema colapse y destruyamos este planeta que es nuestro único hogar. Que la palabra sostenibilidad, se vuelva parte de nuestro vocabulario cotidiano y que desarrollemos una producción y consumo responsable, asi como energías renovables y no contaminantes.
- Que mejore la seguridad ciudadana y se tenga mano dura con los delincuentes. No puede ser que nos sintamos inseguros hasta en nuestro propio hogar, y que tengamos miedo de salir a la esquina a comprar pan, porque creemos que pueden robarnos nuestro celular o matarnos si es que no nos encuentran con una cantidad de plata lo suficientemente «aceptable» para los choros. A falta de una respuesta rápida y eficiente de las autoridades, es que en muchos lugares los mismos pobladores son los que deciden tomar la justicia en sus manos, y no los culpo por ello.
- Quiero que emprender sea mucho más fácil en el Perú. Que en un mismo día podamos constituir nuestras empresas de manera rápida y gratuita y que los registros de marcas en Indecopi sean mucho más baratos, e incluso gratis. Al Estado le conviene que las mypes se formalicen, ya que con eso van a aportar de manera ordenada y visible al mejoramiento de la economía nacional y a la generación de empleos.
- Que todas las peruanas y peruanos podamos recibir una educación de calidad. La educación es la base para que una sociedad progrese y a veces a los «poderosos» no les conviene que seamos un pueblo culto, sino que seamos un rebaño de ovejas sumisas, por miedo a que nos podamos rebelar porque descubramos sus malos manejos y se los digamos en la cara. Recibir una buena educación no debería ser un privilegio de pocos, y estudiar en un colegio o en una universidad pública o privada, debería ser lo mismo, al tener el mismo nivel de calidad educativa. También se debe reconocer de manera justa el esfuerzo que hacen los docentes en su labor educadora, con sueldos acordes a su desempeño, preparación y aportes a sus alumnos. Que la educación deje de ser el negociado que es, y se convierta en una herramienta para el desarrollo.
- Que los bomberos reciban todas las facilidades que requieran para cumplir con sus labores y que incluso puedan recibir un salario mensual. Ellos ponen día a día su vida en riesgo por salvar a los demás y son conscientes que cualquier día de labor, puede ser el último. Que yo sepa, no hay salario que pueda compensar la pérdida de una vida.
- Que nuestros políticos dejen de ser unos payasos y que nuestro Congreso deje de ser el circo que actualmente es. Que más allá de enfrentarse por rencores y caprichos políticos, se pongan la camiseta del Perú y busquen la manera de mejorar nuestro país. En serio me llega que por hacer sus shows melodramáticos en el hemiciclo y en los noticieros de la noche, se olviden que su labor y la razón por la que fueron elegidos es para que TRABAJEN de manera conjunta para construir un mejor Perú para tod@s. Y la yapa para este deseo, es que para las próximas elecciones la gente vote a conciencia y emita un voto informado, y no se deje engañar por los candidatos que les regalen cosas, les muevan el totó o hagan todas las promesas falsas que suelen hacer.
- Que se pueda combatir la corrupción, tanto en el sector público (que ya se ha vuelto una enfermedad como el cáncer, diseminada en distintas instituciones y organismos estatales) como privado (ya que los empresarios de empresas privadas tampoco son ningunos santos que digamos) que lo único que hace es seguir pudriendo el sistema actual en el que vivimos. Que la gente sepa que si quiere más cosas, debe trabajar duro para conseguirlas. Y que la plata fácil para algunos pocos, lo único que ocasiona es opresión y sufrimiento para la mayoría.
- Que se fomente la descentralización. No puede ser que la gente aspire a venir a Lima para tener un futuro promisorio. Cada provincia debería tener su propio motor de desarrollo: colegios y universidades de calidad, hospitales y clínicas con tecnología de punta, profesionales capacitados que brinden servicios de primera, empresas transnacionales que inviertan de manera sostenida en distintas regiones, etc. Vivir en cualquier región debería ser lo mismo. Debemos borrarnos la idea de que sólo Lima es el Perú.
- Que se reduzca la «criollada» o la mentalidad de «Pepe el vivo». ¿Qué le cuesta a la gente respetar las normas, no cruzarse luces rojas ni cerrar a los demás, devolver el vuelto de más que le dan en las tiendas o una billetera que ven que se le cae a alguien, estudiar a conciencia para los exámenes en lugar de plagiar, citar a los autores cuando se referencia alguna de sus creaciones, entre otros muchos ejemplos que vemos día a día?
- Que se restrinjan los programas basura de la televisión. Te pediría que se eliminen, pero sé que hay gente que no tiene mayores aspiraciones en la vida que ver a un montón de tipos y tipas semidesnudos jugando sonseras en TV en vivo a nivel nacional o de enterarse de los últimos chismes de Chollywood. Ojalá que estas personas se den cuenta que pueden invertir su tiempo en cosas mucho más productivas para ellos mismos y para sus familias, y que pueden usar sus neuronas para generar resultados que impacten en la constucción de la sociedad que buscamos.
- Por último, pero no menos importante, quisiera ver a Perú en un mundial. Sé que es casi imposible que lleguemos a Rusia 2018 y a Qatar 2022, pero quizás en el siguiente mundial podamos hacerla. Que cambien a todos los jugadores y plantel técnico y creen un semillero, desde ahora, con los mejores jóvenes talento que encuentren a nivel nacional, ya que no sólo el talento está en Lima. Y que los preparen desde chibolitos con una buena alimentación y entrenamiento técnico y táctico para que brillen en la cancha. ¿Por qué el próximo Messi o CR7 no podría ser peruano?
Muchas gracias por tu atención y ojalá que por lo menos alguno de mis deseos se pueda hacer realidad este 2017. Aún tengo fe en la humanidad y en que la bondad puede superar a la maldad y convertirnos en una mejor sociedad para nosotros mismos y para las futuras generaciones.
¡Feliz Navidad y Próspero 2017!
Un abrazo,
Valeria
2 comentarios en “Carta abierta a Papá Noel”