Confesión #24: Hasta hace una semana no sabía que existía el CINTECIN

Siempre me ha apasionado todo lo relacionado a la innovación, pero últimamente la estoy viendo más de cerca en la empresa en la que trabajo, ya que estamos re-diseñando todo nuestro sistema de gestión de la innovación, lo cuál no es una tarea fácil pero es un reto super interesante y motivador.

Es por eso, que decidí investigar un poco más acerca del ecosistema de innovación en el Perú: cómo está articulado, quiénes son los principales actores, qué instituciones públicas y privadas trabajan en pro de la innovación en nuestro país, etc. y es así, como navegando en Facebook, me encontré (por obra y gracia del Espíritu Santo) con una invitación a la edición del aniversario n°11 del CINTECIN.

Si se preguntan qué es eso (como yo lo hice en su momento), el CINTECIN es el Comité de Innovación Tecnológica Industrial. No puedo creer que después de 11 años, recién me entere que contamos con este interesante foro para compartir experiencias de innovación en la industria peruana y que se reúnan todos los meses. Quizás el desconocimiento, en parte sea mi culpa por no haber investigado más a fondo, pero un poco más de publicidad o comunicación de las actividades del CINTECIN, tampoco estaría nada mal.

Hasta donde he googleado, el CINTECIN no cuenta con una página web oficial, pero todas las novedades las publica en su Fan Page de Facebook: https://www.facebook.com/cintecin/. Las/os invito a darle like para que estén al tanto de sus noticias.

El afiche que vi en Facebook y que llamó mi atención fue el siguiente:

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Fuente: Facebook CINTECIN

¿Por qué decidir asistir? Porque me interesó bastante el tema del panel: retos y oportunidades de la innovación en Perú. Somos un país que todavía tenemos mucho por desarrollar en temas de tecnología, investigación e innovación, pero quería escuchar la opinión de estos expertos, acerca de lo que hacía falta en nuestro país para seguir fortaleciendo nuestro ecosistema de I+D+i.

Así que, el martes 21 de febrero le pedí permiso a mi jefe para salir a las 4:15pm de la oficina, y tomé un taxi hasta el auditorio de Produce. Una vez ahí, me ubiqué en un asiento y esperé que empezara el  evento. A las 5pm se realizaba la presentación del evento y 10 minutos más tarde empezó el primer expositor.

La primera ponencia fue de Raúl León, un ingeniero peruano que fundó dos empresas: NDT Innovations y Materials Research & Techonlogy. Raúl nos habló acerca de la creación de ambas empresas, así como de sus principales trabajos en todo el mundo. Es muy interesante escuchar este tipo de casos de éxito de compatriotas que triunfan en el sector tecnológico y de la investigación y desarrollo. Quizás este tipo de casos deberían ser más difundidos, para que más peruanas y peruanos sepamos que sí se puede hacer carrera en este sector, con buenos resultados, y que no sólo las grandes potencias pueden desarrollar tecnología y nosotros, los países en desarrollo, no sólo estamos destinados a comprar todo lo que desarrollan en el extranjero, sino que también tenemos el talento necesario para ser creadores. Lo que hace falta es descubrir, conectar y potenciar esos talentos creativos y generar clústers tecnológicos a lo largo y ancho del Perú.

La segunda ponencia titulada: «La Política de Innovación de Produce: Objetivos y Prioridades» estuvo a cargo de Gonzalo Villarán, Director General de la Dirección General de Innovación, Transferencia Tecnológica y Servicios Empresariales (DIGITSE). Gonzalo nos explicó de manera bastante didáctica, todos los esfuerzos que está realizando el Ministerio de la Producción, a través de diversos organismos para consolidar el ecosistema de innovación en nuestro país.

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Las/os invito a visitar las webs de cada una de estas iniciativas, para que conozcan más acerca de estas políticas públicas en materia de innovación:

El uso de cualquiera de estas herramientas depende del grado de sofisticación tecnológica de la empresa o startup y del ciclo de vida en el que se encuentra. En base al análisis de estos factores, también depende la forma de acceder a financiamiento: en primera instancia, a través de incubadoras y aceleradoras, luego de inversionistas ángeles y en una etapa más avanzada, a través de inversionistas de capital de riesgo.

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Estos son algunos de los instrumentos actuales para el fomento de la innovación en el Perú:

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Esta es la línea de tiempo de las startups y de cómo son apoyadas por Startup Perú:

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Y éste es el proceso a través del cual se impulsa la innovación y la tecnología al interior de empresas ya constituidas:

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En resumen, todo depende de la capacidad de fortalecer los ecosistemas actuales y potenciar la articulación productiva, para la generación de sinergias que nos permitan mejorar nuestra economía y crecer como país, ayudando también a la mejora de la calidad de vida de todos los peruanos y peruanas.

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Dos instrumentos que me parece importante resaltar son:

  • Reto Biodiversidad – StartUp Perú
  • Ayni Lab Social: es un laboratorio de innovación social creado el 14 de octubre del 2016, que tiene como finalidad identificar e implementar soluciones innovadoras para mejorar la calidad de vida de la población en condición de pobreza o vulnerabilidad.

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Finalmente, el evento cerró con el panel «Retos y oportunidades para la innovación en Perú» donde 3 expertos en el sector comentaron sus principales perspectivas acerca de lo que necesitamos seguir desarrollando para fortalecer el ecosistema innovador peruano. Los principales comentarios se centraron en la necesidad de que la triple hélice (Estado, Academia y Sector Privado) siga colaborando de manera articulada, para lograr resultados de alto impacto en el corto, mediano y largo plazo.

En línea con el punto anterior, el Sr. Carlos Fosca (Vicerrector Administrativo de la PUCP) mencionó que en la PUCP se están trabajando dos proyectos para colaborar con este ecosistema:

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Me parece super interesante que una Universidad en el Perú ya esté pensando en crear el Silicon Valley Peruano en las afueras de Lima, así como un distrito de innovación en el corazón de Lima. Obviamente, estas iniciativas deberían ser replicadas a nivel nacional, para fomentar la descentralización y lograr que todo el país esté en capacidad de desarrollar diversos proyectos de I+D+i, sin necesidad que todo se centralice en la capital, ya que el talento innovador se encuentra en todo el territorio nacional.

 

Emprendedoras Peruanas – Entrevista #01: GiftBox

Me parece super importante el poder dar a conocer, a través de esta plataforma, las empresas de mujeres peruanas emprendedoras que decidieron lanzarse de una vez por todas a la aventura del negocio propio. Además, ese es uno de los objetivos de este blog: fomentar el emprendimiento femenino en nuestro querido país y crear ese ecosistema de mujeres empresarias que nos brindamos ayuda y generamos sinergias que nos hagan crecer como personas y como profesionales.

No sé si les pasa, pero yo, cada vez que leo una entrevista, me inspiro a la acción. Me digo a mi misma ¿si ella o él pudo hacerlo, por qué yo no podría? Una entrevista creo que es una forma realista de conocer lo que está sucediendo con personas como una/o misma/o, con fortalezas y debilidades, aspiraciones, sueños, miedos, etc. que sobrepasan las adversidades y deciden tomar las riendas de su vida para hacer algo trascendente por ellas/os mismas/os y por la sociedad.

Es por eso, que a partir de hoy voy a publicar un bloque de entrevistas (aún debo definir la periodicidad) para inspirarnos y motivarnos a tomar esas riendas que quizás aún no cogemos por temor o falta de motivación. La idea es que podamos aprender de las experiencias y vivencias de mujeres peruanas que formalizaron sus empresas y ayudarlas con consejos o incluso adquiriendo sus productos o servicios. Quien sabe si en este bloque de entrevistas, ustedes puedan encontrar una empresa de una emprendedora peruana que pueda solucionarles una necesidad en el corto plazo.

La primera entrevista la realicé a una amiga de mi promo de colegio que tiene una empresa de canastas corporativas. Lourdes Tipa es estudiante de Derecho y junto con su socia Kyara Vega decidieron fundar GiftBox en el primer semestre del 2016. Esta es su historia:

  1. ¿Qué es GiftBox?

Es una empresa que se dedica a la venta de canastas corporativas, para cumpleaños, aniversarios, graduaciones, etc.

  1. ¿Cómo y cuándo nace GiftBox?

La idea nació en febrero de 2016, queríamos crear canastas y detalles tanto para personas y empresas, regalos para distintas ocasiones, sean cumpleaños, aniversarios, graduaciones, días festivos y otros. Sabíamos que nuestro enfoque era ofrecer al cliente algo novedoso, diferente, único y a un precio accesible. Al principio y sin mucho compromiso de por medio, nos encontrábamos sin una dirección definida de a donde queríamos llegar, ni mucho menos que pasos seguir para ello.

Con la ayuda de nuestra Diseñadora Gráfica logramos crear la marca y logo que hoy en día nos identifica como GiftBox. Fue así que con un nombre decidimos lanzar en marzo nuestra página en Facebook comunicando de forma sutil que era lo que se venía, hasta que en abril decidimos lanzar nuestras primeras canastas, las cuales, sin esperarlo, fueron un éxito para la temporada del Día de la Madre.

En ese camino fue que comenzaron a presentarse las dificultades, luego de perder algunas propuestas corporativas, vimos la real necesidad y obligación de formalizar a Giftbox para así tener las puertas abiertas a poder conseguir clientes empresariales, fue de esta forma que en junio nos formalizamos como GiftBox SAC.

  1. ¿Quiénes son las fundadoras?

Lourdes Tipa Cabrera, estudiante del último ciclo de Derecho cursando mención en Responsabilidad Social en la Universidad San Ignacio de Loyola. Encargada de las compras, contactar a posibles clientes y concretar las ventas de GiftBox.

Kyara Vega Del Mas, bachiller de la carrera de Psicología de la San Ignacio de Loyola con especialidad en el área organizacional. Encargada de las compras, producción y manejo de redes sociales de GiftBox.

  1. ¿Quiénes son los principales clientes de GiftBox?

Entre nuestros clientes están:

  • Campanella Medic
  • Intel
  • Lat One Group
  • Semira Comunicaciones
  • Nodos Digital
  • Burson Marsteller
  • Cusman Asociados
  • Grad School Buru
  1. ¿Cuánto cuesta un GiftBox?

Los precios de las canastas varían entre 99 y 200 soles y los regalos corporativos varían entre 8 y 20 soles (los precios incluyen el IGV).

  1. ¿Cuáles son las mayores dificultades que encontraron a la hora de iniciar este emprendimiento?

La formalización nos tomó un mes porque nosotras solo teníamos tiempo de ir a la notaria y al banco los sábados.

  1. Finalmente, ¿qué proyecciones tienen para GiftBox para el 2017

Con el tiempo estamos creciendo y entrando cada vez más en el mercado. Nuestra meta es poder competir con las pocas marcas ya hoy posicionadas, aumentando nuestra variedad de productos, proveedores y clientes. Nuestro siguiente paso es lanzar nuestra página web para que el cliente pueda por ese medio personalizar sus propias canastas.

Sin esperarlo, hoy en día ya contamos con una cartera de clientes que esperamos y estamos seguras crecerá con el tiempo.

Si quieren conocer más de GiftBox, las/os invito a visitar su fan page en Facebook: https://www.facebook.com/giftboxgb/?fref=ts

Confesión #23: Hay que saber ponerse la camiseta con sabiduría…

Hace unos días, varios de mis amigos en Facebook compartieron un artículo de América Economía titulado «4 razones por las que debes quitarte la camiseta de la empresa«. El título me causó curiosidad y di click para leerlo.

El artículo original publicado en Conexión ESAN el 17 de enero del 2017 fue escrito por Luis Felipe Calderón (Profesor del MBA de ESAN) y se titula «Quítate la camiseta, ponte el cerebro«. El sólo leer el título me transmitió cierta dosis de agresividad, ya que prácticamente nos estaría diciendo que las personas que tenemos puesta la camiseta de nuestras organizaciones no tenemos el cerebro bien puesto. Es decir, que el hecho de ser «camiseta» demuestra no tener capacidad crítica o de toma de decisiones necesaria en nuestro entorno laboral, entre otras características que corresponderían a una persona anencefálica (laboralmente hablando), por que si tuviésemos el cerebro en su lugar, no tendríamos que ponérnoslo.

Yo si me considero una persona con la camiseta bien puesta y no me da vergüenza admitirlo, como lo expliqué en mi confesión #5, en la que descubrí mi rol de intraemprendedora al interior de la organización en la que trabajo.

Creo que debemos empezar con la definición de lo que es ser camiseta. Este concepto me parece que está mal entendido y la gente cree que ser camiseta es quedarse horas extra en la oficina, sacrificar las horas de refrigerio, hacer que todo tu mundo gire alrededor de la compañía en la que trabajas o incluso se confunde con ser sobón o chupamedias. Vamos a analizar estas ideas por partes:

  • Si nos quedamos más horas de las indicadas en nuestros contratos puede ser por varias causas: o que somos muy lentos/as para hacer nuestras funciones (lo cual debemos mejorar en el corto plazo); que tenemos sobrecarga laboral (y para identificarla debemos hacer un correcto análisis de tiempo de nuestras funciones y hablar con nuestro empleador para comentarle esta situación); que no sabemos organizarnos y priorizar actividades; que no sabemos delegar funciones, entre muchas otras razones. Y todas estas razones no tienen nada que ver con ser camiseta, es más, hasta denotan claramente que tenemos un problema por resolver.
  • Jamás deberíamos sacrificar nuestras horas de refrigerio para «aparentar» que estamos comprometidos con la empresa. Si no nos relajamos una hora al día (como mínimo) y consumimos nuestro almuerzo de forma tranquila y adecuada, lo primero que se va a ver afectada es nuestra salud y nos pueden aparecer problemas como acidez estomacal, gastritis, úlceras, etc. Y como saben, la salud es lo más importante, porque sin salud no podemos hacer nada. Por más camiseta que seamos hay que saber en qué momentos hacer una pausa y refrescar nuestro cerebro, para luego poder continuar de la mejor manera lo que resta de nuestra jornada laboral.
  • El hacer que nuestro mundo y nuestra vida gire alrededor de nuestro trabajo es otro grave problema. Coincido con el autor del artículo en que el trabajo es una parte importante de nuestra vida, ya que nos ayuda a desarrollar nuestras capacidades y habilidades profesionales y nos permite obtener el salario que necesitamos para el día a día y para lograr nuestras metas. Pero hay que saber encontrar el equilibrio entre nuestra vida de oficina y nuestra vida fuera de ella, desarrollando pasatiempos, pasando tiempo con nuestros seres queridos, etc. En lo que sí no coincido con el autor, es en la frase burlona: «A menos que seas un chupe de octava y no tengas ninguna otra forma de lograr que no te echen de ese empleo de bajo rango.» Creo que esta frase está de más y es totalmente despectiva.
  • Finalmente, el ser chupamedias no implica para nada el ser o no camiseta. Simplemente demuestra que las personas que son así, no se sienten seguros de sus capacidades, habilidades y el valor que generan en su entorno laboral, que creen que haciéndose pata de todo el mundo y siendo aduladores, van a mantener sus puestos de trabajo. A las personas que están en esta situación, les recomiendo que analicen su entorno laboral e identifiquen qué es lo que espera la organización de ustedes y de su posición y puedan hacer un match con sus habilidades y capacidades actuales y armen un plan de mejora personal para cerrar las brechas identificadas. Al final, por más cumplidos que le hagan a sus jefes, si no cumplen sus objetivos con resultados auditables, lo más probables es que les digan «hasta la vista, baby».

El ponerse la camiseta, creo yo, comprende varios aspectos: es identificarse con la misión, visión y valores de la empresa (ya que por algo decidieron postular a esa empresa), es saber cuál es el rol de nuestra posición en la corporación y cómo desde nuestro puesto podemos agregar valor tangible para la organización (ya que de nada sirve hacer funciones que no estén alineadas con la estrategia empresarial y que no generen resultados visibles), es pensar en cada momento cómo hacer mejor las cosas y cómo se pueden mejorar los diversos procesos empresariales (el hecho que algo se haya venido haciendo por años de una forma, no significa que sea la forma correcta u óptima de hacerlo), es tener una visión integral del negocio, viendo nuestras funciones como parte de un todo para llegar a un objetivo común, es hacernos responsables de nuestro desempeño y medir el impacto de nuestras acciones en la organización y sus stakeholders, es adueñarnos de los objetivos y no parar hasta conseguir los resultados deseados por más dificultades que se presenten en el camino (aplicando el concepto de accountability).

Obviamente, no hay que ponerse la camiseta sólo por ponerse algo. Hay que saber sudarla, hay que dejar todo lo que tenemos en los 90 min. de partido (en este caso en la jornada laboral) y demostrar de lo que estamos hechos/as, cerrando el día con la tranquilidad de que hicimos todo lo posible por alcanzar nuestros objetivos y resultados esperados.

Para ir cerrando este post, quisiera comentarles mi punto de vista acerca de esas 4 razones que considera el autor necesarias para quitarse la camiseta:

  1. «Mañana podrían botarte del trabajo»: Todos/as deberíamos ser conscientes que no somos indispensables para las organizaciones en las que trabajamos. Si estamos donde estamos, es porque cumplimos una serie de labores que ayudan a la empresa a lograr sus objetivos. Ya depende de nosotros/as como profesionales desarrollar nuestra empleabilidad, para que podamos agregar el valor que nos caracteriza independientemente del rubro o de la empresa en la que trabajemos. Pero el saber que algún día podrían desvincularnos de nuestros puestos laborales, no me parece una razón válida para no dar lo mejor de uno/a en nuestra jornada laboral. Es más, hasta me suena una excusa mediocre para no comprometernos y superar las expectativas de nuestros clientes internos y externos.
  2. «Mañana podrías conseguir una mejor chamba y renunciar, ¿qué harás con esa camiseta que tienes tatuada en la piel?» Los seres humanos nos adaptamos a los cambios y a las situaciones, sean éstas favorables o adversas, ya que es la única forma de sobrevivir. El cambiar de trabajo es una etapa más en nuestras vidas. Por eso, se cierra el capítulo anterior dejando su respectiva camiseta y uno/a se pone la nueva camiseta, tratando de ser el/la mejor profesional posible. Así como el autor hace un símil con estar enamorado/a, con la camiseta sucede lo mismo: cuando terminamos una relación, a veces es doloroso y se tiene un periodo de «duelo», pero una vez superado ese período, estamos listos/as para conocer nuevas personas y abrirnos nuevamente al amor. El no poder «quitarnos la camiseta tatuada» es como no poder superar a un/a ex-enamorado/a. Todos/as podemos superar eso.
  3. «Un ejecutivo con la camiseta puesta no le sirve a la organización» En base a la definición que les comenté líneas arriba acerca de tener la camiseta puesta, discrepo también con este punto. Obviamente, el ejecutivo súper enamorado que idealiza a la empresa, creyendo que es lo máximo y que es incapaz de ver los problemas al interior de la organización es un peligro, pero eso no tiene que ver con el ser camiseta. Eso es un tema propio de la persona, y como dice el refrán: «no hay peor ciego que el que no quiere ver». Y los jefes de estos ejecutivos tendrán que ver la forma de abrirles los ojos o desvincularlos, para no poner en riesgo la continuidad del negocio. Cuando tenga tiempo voy a leer el libro «The Stupidity paradox» que recomienda el autor en su artículo y tengan por seguro que habrá uno o más posts al respecto.
  4.  «(…) que se queden porque les conviene, no que se queden porque están comprometidos» Considero que es importante que los colaboradores permanezcan en una organización por ambas razones, no simplemente porque les conviene. Volviendo al ejemplo de las relaciones amorosas, uno/a debería comprometerse con otra persona por numerosas razones: afinidad, respeto, porque ambas personas en conjunto se suman mutuamente y se ayudan a ser mejores cada día, etc. y no simplemente para compartir gastos o para no pasar los fines de semana solos/as (ya que eso es lo que les conviene).

Finalmente, me parece deplorable que existan organizaciones que utilicen el «compromiso» como concepto para manipular y explotar a sus colaboradores. Por empleadores como esos, es que el «ponerse la camiseta» y el «estar comprometidos con la organización» son dos conceptos con connotaciones negativas en la actualidad.

Por otro lado, el dejarnos explotar por nuestros empleadores demuestra, en parte, una falta de liderazgo con nosotros/as mismos/as, ya que somos seres humanos que tenemos una vida más allá de las 4 paredes de la oficina y metas por cumplir (que jamás vamos a lograr si nos encadenamos a nuestros escritorios). Mientras existan personas dispuestas a ser «explotadas», los malos empleadores van a sacarle jugo a eso, pero en la medida en que sepamos el lugar que ocupamos en la organización y agreguemos real valor en nuestras 8 o 9 horas de jornada, no debería haber ningún problema en ponernos la camiseta que queramos.

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